Muchas veces el crecimiento de una empresa está ligado a la cantidad de dinero que se le pueda inyectar y en esos casos, las compañías suelen acudir a préstamos o créditos con entidades financieras.
En esa búsqueda de mejorar los productos, servicios o lo que sea que se quiera optimizar, es importante tener un buen conocimiento de la economía global de la compañía, pero sobre todo tener clara la capacidad de endeudamiento.
Esto con el objetivo de tomar mejores decisiones y que la estrategia de crecimiento sea efectiva y no cause pérdidas. Entender bien cuál es la capacidad de endeudamiento también puede ayudar a establecer una buena relación con los bancos.
Como bien se sabe la capacidad de endeudamiento de una compañía está definida como el límite máximo que ésta puede asumir sin poner en riesgo su estabilidad financiera. Dicha capacidad no puede superar el 40% de los ingresos netos de la organización.
¿Cómo calcular capacidad de endeudamiento y cuál es la fórmula?
Las fórmulas de capacidad de endeudamiento son relativamente sencillas que, cuando se combinan, forman un cálculo más complejo.
Para calcular la capacidad de endeudamiento pueden entrar en juego varios factores que cada empresa crea pertinente y así mismo pueden limitar la cantidad de deuda que puede asumir la empresa.
Una fórmula detallada y que por lo general se usa a un nivel empresarial más complejo incluye factores tales como:
- Tipos de deuda y estructura de capital actual
- El EBITDA (Beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) más la capacidad de pagar los gastos de intereses
- Tamaño de la empresa
- Sector (cíclico o estable)
- Calificación crediticia
- Estado del mercado de crédito
A esto suele sumarse el ratio de corriente, el ratio de cobertura del servicio de la deuda, el ratio de deuda sobre fondos propios y el ratio de deuda sobre activos totales. También se tendrá en cuenta los activos tangibles e intangibles, las deudas y obligaciones a corto y largo plazo, así como todos los fondos propios y el pasivo.
Para ejemplificar lo anterior y sin ir tan al detalle podemos calcular restando los ingresos fijos (servicios públicos, impuestos, arriendo) y los gastos cada mes.
El resultado obtenido de esta diferencia se multiplica por 40% y eso nos arrojará la capacidad de deuda.
- La fórmula entonces quedaría: Ingresos – gastos X 40%
Ahora bien, si una empresa tiene ingresos mensuales por $10.000.000 de pesos y los gastos son de $5.000.000 de pesos, su capacidad de endeudamiento sería:
- 10.000.000 – 5.000.000 X 40% = 2.000.000
Este valor ($2.000.000 de pesos) será el valor máximo que se podrá pagar mensualmente de un préstamo. Por lo cual, si se solicita un crédito y las cuotas superan este monto, se estará superando la capacidad de endeudamiento de la empresa.
No obstante, si al momento de hacer este cálculo el resultado no es el esperado y es necesario aumentar esa capacidad se pueden seguir estos pasos.
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Reducir de gastos
No siempre es fácil reducir los gastos fijos de una organización, pero hay medidas que se pueden tomar como reducir el consumo de los servicios públicos.
Se puede ahorrar bastante haciendo uso correcto de recursos como la energía y el agua. Entonces, si en la empresa estaban acostumbrados a dejar el computador prendido, se puede solicitar que cuando termine la jornada laboral estos equipos sean apagados. Esto no solo se verá reflejado en la factura de energía sino también en el medio ambiente.
Si se trabaja con proveedores una alternativa para reducir gastos es buscar proveedores más económicos.
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Valorización del patrimonio
Como mencionamos, dentro de los factores que se tienen en cuenta para calcular la capacidad de endeudamiento y que los entes financieros suelen prestar mucha atención es el patrimonio.
Gran parte de las empresas cuentan con oficinas (bien inmueble), equipos o maquinaria, carros, etc. Una valoración precisa de estos elementos permitirá adquirir un mayor o menor nivel de endeudamiento sin comprometer la operación.
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Reestructuración
Si se requiere subir la capacidad de endeudamiento, se deben aumentar los ingresos y para ello se podría pensar en una reestructuración de la empresa. Es decir, analizar detalladamente cuáles son esos servicios o productos de mayor rentabilidad y enfocarse en ellos.
También se podría pensar en “vender” aquellas líneas de negocios menos rentables y así reducir los gastos operativos que generan o arrancar con un nuevo producto que presente alta rentabilidad.
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Certeza con quién se trabaja
Se recomienda entablar relaciones comerciales con empresas o clientes fiables de buen hábito de pago, esto con el objetivo de tener claridad de lo que se va a cobrar mensualmente y cuándo se va a cobrar. No tener la certeza real de lo que va a entrar por el trabajo realizado puede causar desfases en la tesorería de la organización.
Además, esa incertidumbre puede poner en riesgo la cancelación de las obligaciones afectando la capacidad de endeudamiento.
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Consolidación de deuda
Analizar las deudas actuales y ver si se pueden consolidar bajo una sola, cuyas condiciones sean una tasa de interés mucho más baja, al igual que las comisiones y seguro y un mayor plazo.
También está la posibilidad de refinanciar la deuda que se tenga, pero en ese caso valdría la pena comparar con otros bancos y ver cuál ofrece mejores condiciones.
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Monitorizar la historia de crédito
Existen varias herramientas para supervisar la vida crediticia de una empresa. Algunas de estas herramientas son minuciosas en la gestión de la puntuación, así como en el examen de las métricas que generan la puntuación.
Una de estas herramientas que recomendamos usar y con la cual se obtiene acceso gratuito es DataCrédito Empresas.
Allí se puede consultar el historial de crédito del negocio y conocer a detalle el estado de cuentas, hábito de pago de las deudas, saldos, cupos y mucho más en un solo clic.
Además, y como una de las ventajas de esta plataforma es que se puede conocer la capacidad de endeudamiento y/o el comportamiento de pago de otras empresas, teniendo acceso a:
- Validación de identidad
- Ingresos estimados
- Probabilidad de pago
- Escaneo de listas restrictivas
- score crediticio
- Cupos, saldos y moras por sector
- Hábitos de pago
- Recomendaciones de cobranza y cupo sugerido
Como valor agregado, en ese entorno tecnológico también se puede contar con otras soluciones que pueden asegurar el éxito en cada etapa del negocio.
Todo con el objetivo de crecer, proteger y recuperar los aspectos fundamentales de la empresa.
Para una PYME y en general para cualquier empresa en expansión, garantizar un control adecuado de la deuda reduce el riesgo de impago con respecto a los acreedores, proveedores y clientes, al tiempo que asegura un funcionamiento eficaz de la empresa.
También es clave no dejarse llevar por tasas de intereses bajos y un buen flujo de ingresos, pues este panorama puede conducir a muy malas decisiones y poner en riesgo la compañía, de ahí la importancia de tener amplio y claro conocimiento de la capacidad de endeudamiento de nuestro negocio.
¡También puedes solicitar aquí una asesoría con nuestro equipo de ventas para conocer las soluciones ideales para tu negocio!